Defensa el territorio: logros y contradicciones
Históricamente Tepoztlán ha tenido un camino propio, contrario a los proyectos e iniciativas que constantemente prometían “modernizar” al municipio. En la memoria se recuerda con orgullo el triunfo de la lucha que impidió la construcción de un tren escénico y un teleférico en la sierra del Tepozteco.
A raíz de la contrarreforma agraria, realizada en 1992 por el gobierno de Salinas de Gortari, que apostó a eliminar la propiedad social (ejidal y comunal) para vender las tierras comunes de todo el país. La mayoría de los comuneros de Tepoztlán se opusieron a ella y se negaron a inscribirse en el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede).
Luego de la contrarreforma agraria vino el primer intento por mercantilizar las tierras comunales de Tepoztlán con la instalación del Club de Golf de la empresa K.S. Con una inversión de casi 500 millones de dólares la obra incluía una casa club, un campo de 18 hoyos, un hotel, un parque industrial corporativo, condominios residenciales, y 18 canchas de tenis.
Desde entonces se manifestó una doble problemática: una división del padrón de comuneros entre una minoría que está dispuesta a vender las tierras, sacando provecho para sí mismos, y otra mayoría que está en contra de vender; también una división entre las autoridades municipales dispuestas a enriquecerse con el dinero que le ofrecen las grandes empresas y una población contraria a la autoridad municipal, pero con dificultades para sostener una oposición unificada a largo plazo.
El alzamiento zapatista en Chiapas, las luchas indígenas ante los 500 años de la invasión europea, la lucha cívica contra el gobierno del gral. Carillo Olea, alimentaron un alzamiento comunitario que derrocó a las autoridades, se atrincheró en el pueblo e impidió la construcción del Club de Golf. De 1995 a 1997 fueron los años de más intensa lucha. Los barrios y pueblos, con base en sus mayordomías y comisiones organizaron la vida del municipio de manera autónoma y nombraron una autoridad municipal “libre, constitucional y popular” de 1997 a 2000.
Se logró la cancelación del proyecto. La lucha también contribuyó a la salida del gobernador (es el único gobernador que en tiempos recientes ha dejado su cargo ante señalamientos por vínculos criminales, a los últimos cuatro gobernantes también se les han probado nexos, mas no han salido del gobierno). Poco a poco Tepoztlán fue retomando su vida cotidiana. El triunfo impactó favorablemente en la dignidad de las personas. La vida en asamblea permanente se fue diluyendo.
Desde entonces se manifestó una doble problemática: una división del padrón de comuneros entre una minoría que está dispuesta a vender las tierras y una mayoría que está en contra de vender; y una división entre las autoridades municipales propicias a enriquecerse con el dinero que les ofrecen los inversionistas inmobiliarios y una población contraria a la autoridad municipal, pero con dificultades para sostener una oposición unificada a largo plazo.